Cinco razones para tomar agua de manantial
No hay nada más sano para nuestro organismo que lo natural, aquello que contiene propiedades de la tierra y que nos benefician en todo sentido. Un claro ejemplo de ello es el agua de manantial, un maravilloso recurso que nos brinda la naturaleza y uno de los must que deben permanecer en tu vida para mantenerte en equilibrio.
Su origen es cien por ciento natural. El proceso de filtración natural en el volcán, enriquece y purifica el agua naturalmente. Esta capacidad de purificación le da un toque especial al agua, misma que nace en la cumbre del manantial, brota de la tierra y fluye de forma natural a la superficie. Dejando la bondad de la naturaleza en tus manos.
Te hará sentir vivo y fresco. Por su origen natural, el agua de manantial es totalmente transparente, cuenta con una delicada textura, así como un sabor vivo y fresco, que en conjunto le dan una personalidad irremplazable. Por ejemplo, el agua Sta. María deja una sensación de frescura en la boca que te hará conectarte y regresar a tu naturaleza.
Sirve como agente de desintoxicación. Tomar agua de manantial ayuda a contrarrestar efectos negativos en el cuerpo al eliminar las toxinas del organismo, proteger y restaurar el sistema inmunológico, además de brindar un PH balanceado.
Cuenta con un nivel de pureza insuperable. El agua de manantial, antes de surgir a la superficie terrestre, ha viajado por kilómetros a través de rocas, sedimentos y suelos que sirven como filtros naturales para remover todo tipo de contaminantes. Este proceso, permite que el nivel de pureza sea inigualable.
Te permite encontrar tu origen natural. Debido a que nace en la naturaleza, el agua de manantial tiene vida y te transforma desde el interior como resultado de su pureza. Al beber agua de manantial te encuentras en equilibrio porque tu cuerpo se llena de aquellas propiedades naturales que necesita para funcionar y sentirse bien.
Volver a lo natural es una de las mejores razones para probar agua de manantial. Aliméntate sanamente, haz ejercicio, conecta con la naturaleza y siéntete vivo.
Fuente: Sta. María