Sobrepeso y obesidad… ¿enfermedad o epidemia?
En México alrededor del 73% de los adultos tienen una mayor predisposición a desarrollar padecimientos crónicos como diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, y cáncer de mama, de próstata y colon, como consecuencia del sobrepeso u obesidad que padecen.*
El sobrepeso y la obesidad se han convertido en un problema de salud pública y más aún porque se vienen presentando desde la etapa escolar. A partir de los cinco años, las tasas de prevalencia superan el 30% y se duplican en mayores de 20 años. Este problema tuvo un repunte importante entre el 2000 y el 2012, al alcanzar un15.2%, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012. Se destaca, también, que siete de cada diez adultos sufren sobrepeso u obesidad.
El sobrepeso y la obesidad se presentan cuando hay un desequilibrio energético, esto es, cuando se ingiere una mayor cantidad de alimentos ricos en azúcares o grasas y hay poca o nula actividad física. Aunque existen otras causas, como son la genética, el estrés y alteraciones hormonales.
Las personas con tales padecimientos no sólo ven afectada su salud sino también su vida cotidiana, ya que sufren alteraciones emocionales y psicológicas como imagen corporal distorsionada, descontrol alimenticio, ansiedad, depresión y baja autoestima.
Otro aspecto que se ve afectado es el ámbito laboral, porque las personas con sobrepeso y obesidad experimentan pérdida de interés, debido a su bajo estado de ánimo lo que, a su vez, puede resultar en una baja productividad laboral. Además, podría presentar discapacidad y alto ausentismo, a causa de las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Al respecto, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera el sobrepeso y la obesidad como un elemento que reduce la competitividad del país, ya que, por una parte, afecta la salud de los habitantes, impactando la dinámica familiar al imponer costos elevados en los tratamientos y al mismo tiempo afecta su productividad. Al presentarse una baja en la productividad, las empresas se ven afectadas, además de que al observarse una mayor demanda en los tratamientos se impone un mayor reto a las finanzas gubernamentales.*
Por ello, es fundamental que el enfoque para la atención del sobrepeso y la obesidad se oriente hacia la detección temprana, la prevención y el tratamiento integral. Hay que considerar que existen diversas formas para combatirlos, como son seguir una dieta balanceada y hacer ejercicio, cambios pequeños pero que pueden contribuir para mantener un peso óptimo y evitar desarrollar algún otro tipo de enfermedades crónicas que pongan en riesgo la vida.
Es importante resaltar que en caso de que alguna persona con sobrepeso u obesidad que ya haya desarrollado algún padecimiento crónico como diabetes, hipertensión o enfermedades cardiovasculares, acuda al médico para que le prescriban el tratamiento adecuado.
Existen diversas opciones terapéuticas para el control de dichos padecimientos. Liomont pone a disposición de la comunidad médica productos de alta calidad en el área cardiometabólica, con un amplio portafolio para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes.
Fuente: Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) “Kilos de más, pesos de menos”