Consumo de azúcar y diabetes
Por primera vez científicos de varias universidades de Estados Unidos demostraron la fuerte asociación que existe entre el consumo de azúcar y la prevalencia de diabetes mellitus tipo 2, a través del estudio “La relación entre la azúcar y la prevalencia de diabetes en la población”, realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, de California, la Universidad de Berkley de California y la Universidad de California en San Francisco y cuyos autores fueron el doctor Sanjay Basu, las doctoras Paula Yoffe y Nancy Hills y el doctor Robert Lustig.
“Si bien ya se había demostrado la asociación de esta enfermedad con la ingesta de bebidas azucaradas, ahora se comprueba la asociación entre las altas ingestas de azúcar; no sólo en forma de bebida, sino también alimentos en general. Con los resultados de este estudio epidemiológico amplio, se demuestra que las altas ingestas de azúcar incrementan el riesgo a padecer diabetes y que estas altas ingestas son muy comunes entre la población, especialmente entre los mexicanos.”, señaló Xaviera Cabada, maestra en nutrición y coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
Se encontró que entre los países analizados, a mayor ingesta de altas cantidades de azúcar, mayor prevalencia de diabetes. Además, se observó que a menor ingesta de azúcar, menor prevalencia de diabetes. Es decir, existe una asociación directamente proporcional ante la ingesta de azúcar y la diabetes mellitus tipo 2.
En el estudio en cuestión, se utilizaron bases de datos de 175 países y se demostró que por cada incremento de 150 kilocaloría/persona/día provenientes de azúcar, la asociación con la presencia de diabetes incrementa en un 1.1% aún después de controlar diferentes covariables como ingesta de fibra, carnes, frutas, aceites y cereales.
“Esta cantidad de calorías es lo que podemos encontrar en el contenido de azúcar en un sólo producto, como una lata de refresco, 1 yogurt o 1 jugo. El estudio permite entender el incremento de esta enfermedad en el mundo y, especialmente, en nuestro país. Considerando que los mexicanos somos propensos a esta enfermedad, deberíamos tener un cuidado extremo en el consumo de azúcar y no es así, tenemos el mayor consumo de refrescos y un muy alto consumo de comida chatarra”, declaró Katia García, maestra en Salud Pública y coordinadora de investigación de EPC.
El doctor Lustig, co-autor de la publicación y endocrinólogo de la Universidad de California, San Francisco, hace la asociación como con el tabaco: la población que está expuesta al humo de cigarro tiene mayor prevalencia de cáncer de pulmón, mientras que la población que tiene menor exposición al humo de tabaco, tiene menores prevalencias de la enfermedad. Así está sucediendo con las ingestas de azúcar: a mayor exposición, mayor prevalencia; menor exposición, menor prevalencia. El especialista afirma: “Este estudio es prueba suficiente para decir que el azúcar es tóxica”.
No sólo la ingesta de azúcar se asoció a la diabetes, sino también el tiempo de exposición a la sustancia. Es decir, las poblaciones con mayor tiempo de exposición al componente, presentan mayor prevalencias de diabetes. Así mismo, los rangos de diabetes en los diferentes países disminuyen conforme la exposición al azúcar disminuye.
Por su parte, el doctor Basu aclara que el azúcar sola no causa diabetes, sino son las altas ingestas de la misma; y enfatiza que este estudio da evidencia clara de cómo las altas ingestas de azúcares tienen un impacto directo en el organismo, especialmente hígado y páncreas; efecto que no sucede por sí solo con la obesidad.
En el mundo, la prevalencia de diabetes se ha incrementado al doble durante las últimas tres décadas. Esto es alarmante ya que en el mundo 1 de cada 10 adultos están siendo afectados por la enfermedad. Se ha visto que alrededor del 20% de la población con obesidad tiene un metabolismo normal, es decir, regulaciones normales de insulina y sin indicios de diabetes. Por otro lado, se ha visto que el 40% de individuos con peso normal manifiesta algún aspecto del síndrome metabólico. Esto nos dice que no sólo la obesidad tiene asociación con síndrome metabólico, sino el tipo de calorías que consumimos. Si las calorías provienen del azúcar, hay una mayor probabilidad a padecer síndrome metabólico; aunque la persona tenga peso normal.
En el estudio también se observó que la asociación no hace distinción entre el azúcar de caña y el jarabe de alta fructosa. Esto nos dice que son los azúcares lo que provoca daño metabólico.
La doctora Marion Nestle, quien no fue autora del artículo pero que ha hecho investigaciones serias de alimentación por varios años declaró, “¿qué más evidencia circunstancial necesitamos para tomar acción?”, “en este punto tenemos suficiente evidencia para alertar a la gente a disminuir sus ingestas de azúcar aún más de lo que ya normalmente se hace”.