Baja de peso sin arriesgar tu salud.
Uno de los propósitos más comunes de año nuevo es bajar de peso, por razones de estética y bienestar. Sin embargo, hacerlo de forma rápida y abrupta puede generar riesgos graves a la salud. El control seguro y duradero del peso corporal es una actividad gradual, de largo plazo, mediante la adopción de estilos de vida saludables basados principalmente en la alimentación y actividad física. Además se puede llegar a necesitar asesoría médica, nutricional y psicológica, e incluso cirugía en casos extremos.
El doctor Raúl Morín, presidente fundador de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad (AMEO), recomienda los siguientes pasos para bajar de peso de forma segura y sostenida:
1. Acudir con un profesional en el manejo de sobrepeso y obesidad. La AMEO pone a sus órdenes el servicio de ubicación de especialistas certificados en el tratamiento de obesidad, como internistas, bariatras, cirujanos, nutriólogos, psicólogos, entrenadores físicos, entre otros. Para localizar a un especialista, puedes llamar al .
Otra opción es la evaluación gratuita en consultorios de algunas delegaciones de la ciudad de México y su área metropolitana, así como en ciudades como Pachuca, Cuernavaca y Puebla (http://www.combateobesidad.com/2013/deteccion-gratuita o llamar para cita y mayores informes al ). Una opción más es la que ofrecen laboratorios Medix, que tienen un programa de asesoría en donde profesionales en el manejo de sobrepeso y obesidad podrán resolver tus dudas, orientarte, o dirigirte con un especialista. Para acceder sólo tienes que llamar al 0349.
2. Limitar la frecuencia y cantidad de la ingesta de grasas, principalmente las de origen animal como carne roja con vetas blancas, pues éstas indican una mayor proporción de grasa. Elige carne magra, es decir sin grasa, sin dichas vetas blancas; también evita embutidos como chorizo, longaniza o tocino. Reduce el consumo de mantequillas y manteca. Evita consumir alimentos fritos o empanizados, de preferencia, es mejor consumir alimentos asados a la plancha, a la parrilla o cocidos.
3. Aumentar el consumo de frutas y verduras, cereales, integrales y frutos secos, ya que aportan fibra y vitaminas. Evita consumir botanas o antojitos procesados. Para saciar el antojo es mejor comer frutas o verduras picadas con chile en polvo y limón.
4. Limitar la ingesta de azúcares y harinas. Para ello necesitas reducir el consumo de refrescos y jugos procesados, así como postres. Si es mucho el antojo de algo dulce, es recomendable buscar alguna opción que esté elaborada con sustitutos de azúcar. Al consumir panes y galletas, reduce las porciones y frecuencia, y de preferencia elige los que sean de fibra integral.
5. Realizar una actividad física periódica. Puedes iniciar con caminatas de 30 minutos diarios a paso constante, hasta cumplir una rutina de al menos 1 hora cada tercer día.
Riesgos por bajar de peso rápidamente y sin asesoría médica. Al obsesionarse con la pérdida de peso, se puede crear un pensamiento peligroso, lo que ha llevado a mucha gente a hacer cosas drásticas y mortales.
1. El uso frecuente y excesivo de laxantes puede ocasionar deshidratación y dañar hígado y riñones. Laxarse en exceso altera el organismo y su habilidad natural de absorber ciertos nutrientes, desecharlos rápidamente y provocar desnutrición.
2. Abuso en las dietas, las más comunes eliminan carbohidratos (panes, tortillas, pastas, arroz) en las comidas regulares y los reemplazan con comidas altas en proteína (carnes y embutidos, por ejemplo), con el objetivo de compensar las fuentes de energía para el funcionamiento del organismo. Sin embargo, comer demasiadas proteínas puede dañar riñones e hígado, e incluso predisponer a padecer gota (dolor agudo en las articulaciones) y aumentar el riesgo cardiovascular.
3. El Uso de esteroides es otra forma de ponerse en peligro, pues éstos presionan y obligan artificialmente (mediante complejos procesos químicos) al cuerpo a usar el exceso de energía almacenada y convertir la masa y grasa corporal en músculo. Sin embargo, los esteroides pueden poner en serio riesgo al hígado, riñones y corazón.
La herbolaria puede tener efectos secundarios peligrosos para el organismo, pues si bien, a veces logra la pérdida de peso, no existen estudios sobre cómo lo hace, a qué nivel funcionan, cuál es la dosis precisa y se desconocen los efectos y reacciones secundarias en cada persona, pues siempre varían las concentraciones en cada preparación. Muchas opciones herbolarias no están aprobadas por las autoridades de salud y son inocuas, incluso hay opciones herbolarias que están prohibidas por los efectos y daños colaterales.